…Y de repente el aire se vuelve pesado e invita a la desidia. Los músculos se relajan ante la fuerza indómita del calor agobiante…
Llega el verano, y con el las ansiadas vacaciones. Que difícil es aprovechar de buena manera este tiempo libre, que pasa inadvertido entre ensueños y divagaciones.
Con todo, bienvenidas sean, pueden quedarse cuanto gusten.
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Pasando a otro tema, el otro día estaba leyendo una entrevista muy interesante hecha a Leonardo Favio por Rodolfo Braceli, que salió en un suplemento de cultura de La Nación de los sábados (genial, extremadamente recomendable). Me gustó mucho toda la entrevista, pero quería destacar una parte que me quedó dando vueltas por la cabeza. Dice así:
(hablando sobre el pecado de desear a la mujer del prójimo)
B: Ofensivo sería no desearla.
F: Según como sobrelleves en tu conciencia un hecho, eso te pone en el regazo de Dios o lejos de Dios. Todos tenemos tentaciones. Si después sentís un dolor en el corazón muy hondo y te quedas mirando el techo, eso te hace ser un hombre bueno… El hombre no es bueno ni malo, es hombre. No somos ángeles.
Bueno, sacando del medio a Dios, me parece muy lindo lo que se dice. Sé que en realidad es algo estúpido, pero me gusta notar que hay mucha gente que piensa que la bondad está en la elección y el arrepentimiento, más allá de las tentaciones del mal.